TEXTOS DE MANUEL ALVAREZ PRIETO
Escritor y crítico de arte

miércoles, 1 de agosto de 2007

UNA, DE DOS

Acrílico sobre lienzo 130 x 97. Año 2007



La evolución de ELENA se insinua como parte de un proceso de cambio al estilo de Lampedusa, cuando decía aquello de que hay que cambiar para que todo siga igual... Quiero decir con esto que ELENA no varía de postura, no hace transformismo, sigue siendo la misma. Pero con otras experiencias, sumando vocabulario a su discurso, creciendo. Su singular capacidad cromática adquiere giros y tonos de la mujer de hoy, con el refinamiento de la clase media de todos los tiempos... Su pintura no discute, no cuestiona, no irrita, no presume de intelectualizar el mundo..., lo siente. Lo vive con las alegrías y las tristezas de lo cotidiano dentro del sistema, con la aceptación de la realidad que tuvieron en su momento el rococó, el romanticismo, el simbolismo, el art nouveau, que buscaron el placer, reflejaron la sentimentalidad de su época, que acompañaron la vida con ganas de estar, sin acritud, como el neo-pop donde sigue estando ELENA, que nunca jugó al graffiti ácido o al comic de las irreverencias o agresiones. Que utilizó los mecanismos del Pop para transformar sus sensaciones, sus sentimientos, sus deseos, sus regocijos vitales, las ganas de vivir de una mujer joven, y que ahora lo sigue haciendo igual, pero con más intensidad, buscando nuevas experiencias, ampliando el horizonte de sus posibilidades creativas, acercándose al Modernismo que ya le está dando un calor especial, un clima de refinamiento más sensorial, más elaborado, una atmosfera de seducción que atrapa al espectador.

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